martes, 15 de mayo de 2012

ROMANCES DE CAMIONETA



I.

Allá ellos, que crean que el tiempo realmente se detiene
que las putas lloran sólo por cariños necios
y los putos nada más de simple cobardía.
Que sigan esperando por su mesías o su apocalipsis
que crean tener la clave y el martillo
el poder para juzgarnos.

Allá ellos, con sus compromisos históricos
con sus números de víctimas incalculables
con su escalera al cielo hecha de fuego y sangre.

Siéntate tú a mi lado mientras tanto
nada más por este tramo del camino
poco importa si en la ventana o el pasillo.
Dime lo que yo no veo detrás de los cristales
cubre con tus palabras el rumor que nos conduce.
Yo sólo quiero acariciarte por abajo del ronquido
y dormitar sobre tu hombro mientras afuera llueve
no estoy juzgando a nadie
ni me ocupo en coleccionar dolores.

II.

Cierto, el humo es tóxico en demasía
y aturden ésos diálogos de Claxon a Sirena
ésa congestión horrenda que hay por toda la vía
las plantas que hormiguean, tener los ojos con arena.

Duele ésa postal que tienes en tus manos
los chistes repetidos, la carga que se queda
el sudor de la miseria estrechándose cada verano
duele apretar en el bolsillo ésa última moneda.

Amor, el tráfico sólo es un sueño combustible
y de las vísceras la máquina ignora la belleza.
cariño, la carretera solo es tiempo, y ningún lugar posible
cariño, en éste sillón podríamos perder ambos la cabeza.

Leonel Juracan (poema que no incluimos en Funebre y Carnavalesco)

lunes, 2 de abril de 2012

ASÍ EMPEZÓ (PABLO BROMO/POETA)


"heaven knows, it's got to be this time".
Ian Curtis




así empezó
sobre el colchón prestado de la casa de tu amigo
con un estruendo de tambores torpes chillando en la terraza
con un temblor de hormigas por debajo de las ganas
con un picor de insectos revolcándose en las manos
pasamos todo un año resolviendo trivialidades
pasamos todo un año interpretando sueños
yendo a los cocteles de moda
saboreando el vino gratis de todas las exposiciones
sorteando la noche entre hamburguesas y cosquillas
francotirando promesas bajo la luz tenue de la mañana
así empezó


y así empieza
uno va conociendo de memoria los rincones del otro
arropándose de esperanza entre los cepillos de dientes
uno va construyendo castillos que tarde o temprano
se derritirán con el parco sol de las dificultades
muchas veces heridos por el resplandor de los silencios
nos convertimos en salvajes ruidos impenetrables
hoy somos una sola nota sobre el piano de la casa de tus padres
uno está conectado al otro por un lenguaje intangible
uno corre
rápidamente correcorre
como en un poema automático que es tren y furia
como en un poema solitario
que tarde o temprano llegará a la eternidad de otros
así empieza


una guitarra llora mares de rabia
los labios rotos se encuentran en el corredor que conduce a la cocina
los labios rotos murmuran posibilidades desde un rincón del baño
las miradas perdidas
las miradas queriendo encontrarse
el corazón apagado en mil pedazos
la triste guitarra se desvanece
con las decisiones estúpidas que revelamos
cualquier noche cuando todo se venía abajo
uno comete errores
demasiados-muchos-arbitrarios
vuelve uno a amurallar la felicidad que aún gime
uno gime
como gato triste
uno sale al parque a tirarle granizo a las palomas
uno vuelve del infierno en caída libre desde el cielo
uno sale a la calle a escupir horrendos monumentos
esta vez podría ser la última
como en un poema de teillier
o en una canción de morrisey


por eso
vaciaré aquella botella de ron
que tu padre nos regaló sin tanto esmero
intentaré reconstruir el rompecabeza de nuestras vidas
intentaré morir lentamente hasta nacer de nuevo
dejaré que la luz entre al apartamento
dejaré que las oscuridades se disuelvan
dejaré que las inseguridades se autodestruyan
el amor no es una canción de the horrors
esa banda inglesa que tanto nos gusta
el amor es un ir y venir con todos sus antedecentes
una milésima parte de tu eco sólo a mí me pertenece
una milésima parte de lo que soy sólo a tí te pertenece


esta vez podría ser la última


esta vez no me quedaré con los brazos cruzados
escribiendo cartas que nunca pretenderé enviar
a la manera idílica en la que se escriben los poemas mediocres
esta vez te perseguiré hasta que tus pasos estén vencidos
esta vez te buscaré en todas las esquinas de todos los teatros
esta vez te gritaré en todas las salas de cine
esta vez encontraré las palabras que siempre se me escapan
de las manos
de los libros
de los años
de las resacas


esta vez algo me dice
desde el centro de todas las cosas y al mismo tiempo


que tu vida empezó cuando empezó la mía


que esta vez será la primera
no la última

-
Pablo Bromo (poeta latinoamericano)
Pagina-Blog: http://pablobromo.blogspot.com/
http://noticias.lainformacion.com

viernes, 24 de febrero de 2012

Cartonera Maximón presenta libro de Leonel Juracán.




No tenemos fe
al otro lado de esta vida
sólo espera el rock and roll
Lmp.
La editorial Eloisa Cartonera, dirigida, navegada por Washington Cucurto fue una de las primeras en hacer eso evidente, libros al mejor precio posible y con el agregado de ser obras únicas, pintadas por los mismos escritores, pintores amigos o diseñadores visuales, ahora vemos como ha evolucionado todo esto y nos ha dado la posibilidad de avanzar en la creación poética. El libro Fúnebre y Carnavalesco es un libro del que estoy maravillado, por la madurez que Leonel como poeta demuestra en cada palabra donde no existe ya el mote juste, sino la entera marginalidad haciendo malabares en una cuerda tendida entre ser y la nada. Todo esto empezó desde hace mucho tiempo, pero me da mucha gracia que para la preparación de esta presentación del libro, hayamos tenido que conversar por la dieciocho calle en una cantinita bastante afrancesada, aunque los tramitadores o gente del hampa no lo entiendan así, fumando cigarrillos en las banquetas o tratando de rescatar cierta mitología en algunas cantinas cerca de la universidad, aun hace una semana pensaba que todo era previsto, no es mera coincidencia que la artista Regina Galindo tenga en su catalogo algunos textos sobre su arte hechos por Leonel, ni tampoco es mera casualidad que Aníbal López, el gran Aníbal oscilante al medio día, tenga en algunas paredes de las galerías de la memoria textos de Leonel Juracán que le han valido alguna enemistad con gente del mainstream. La poesía es inevitable para algunos, también el destino. Leonel me pidió que en está ocasión no usáramos cartón y en su lugar el libro fuera giratorio y como un ataúd negro. Está bien. Para algunos que han leído Inflamable saben que la caratula no va con el contenido. Le agradezco a Leonel algunas verdaderas cátedras sobre historia, el encuentro con el Zefer Yazeera o libro de la creación, y el gusto de poder hacer está presentación en esta cartonera. También a Eduardo Villalobos que es realmente el que comentará el libro y a todos los asistentes. 


TEMBLOR

Me he visto en tus ojos, niña
cuando el cielo en tus ojos era solo distante
y no este de ahora, tan cielo perdido.

En mi piel he llevado tu tacto de siempre
aún cuando no escapaban las manos del cuerpo
y más falta me hacías que una humilde amargura.

He jugado contigo, niña, entre desperdicios,
entre sueños acumulados
con objetos inútiles
con la casa polvorienta hecha un paisaje de luna.

Pero está haciéndose noche, niña de nuevo
hay que poner otra vez todo en orden
(lo perfecto llega siempre roto a nuestras manos)
y en los rincones del tiempo, crecen las telarañas.

Leonel Juracán, Fúnebre y Carnavalesco

viernes, 17 de febrero de 2012

FUGA: LEONEL JURACAN / 24 DE FEBRERO GRAN HOTEL


Puede ocurrir que hoy, esta mañana
como tantas otras noches y humedades
(incluidos los minutos pre-cerveza)
venga la vastedad silenciosamente a restregarse
con las ventanas grises de mi anuencia.

Puede ocurrir esto
y sin embargo hoy no muero
sin el brillante frío
de la moneda echada al aire
ni el inevitable cruce de caminos
que hay entre la angustia y la esperanza.

Sé que ha ocurrido nada más la hora sublime
en que otoño rompe ante mis ojos
su copa de nostalgias.

Vistas pues así las cosas
puede ser que esta mañana
haya visto por última vez el horizonte
y la proa dispuesta a naufragar en plena Antártida
haya izado las velas de mi camisa en el sin dónde.